Este es el lugar donde las historias se transforman en fuerza, y la unión abre caminos hacia una salud más justa.

Somos una comunidad de padres y profesionales que, tras ver cómo nuestros hijos enfrentan problemas de salud derivados de decisiones farmacéuticas o médicas, decidimos alzar la voz. Aquí encontrarás información veraz, recursos útiles y un espacio seguro para compartir tu testimonio.

Nuestro propósito es que ningún padre se sienta solo, que cada historia sea escuchada y que juntos impulsemos un cambio real en la forma en que se entiende y se protege la salud infantil.

Infórmate. Conéctate. Participa.
Tu voz también puede marcar la diferencia.

«Somos padres que conocimos o compartimos el dolor y la injusticia, pero no nos rendimos. Transformamos el miedo en fuerza, la desinformación en acción y la tristeza en fe. Luchamos cada día por sanar, por devolverle a nuestros hijos la salud que merecen, y aunque el camino duela, seguimos de pie, porque el amor es más fuerte que cualquier caída.«

COMPARTE TU TESTIMONIO

Tu experiencia puede ayudar a otra familia.
Cada día, muchos padres buscan orientación, comprensión y un lugar donde sentirse acompañados. Si tú has vivido algo similar, tu voz puede convertirse en el apoyo que otro padre o madre necesita para sentirse menos solo y encontrar nuevas perspectivas.

Te invitamos a compartir tu testimonio con sinceridad y libertad.
Lo que tú has aprendido —tu camino, tus dudas, tus logros y hasta tus tropiezos— puede iluminar el de otras familias que recién comienzan. Juntos podemos construir un espacio donde la experiencia real tenga valor, donde podamos escucharnos sin juicio y donde cada historia sume a una red de apoyo más fuerte.

Gracias por aportar tu tiempo, tu vivencia y tu corazón.
Entre todos podemos crear un lugar donde cada familia encuentre esperanza, información y soluciones.

Strong Testimonials form submission spinner.

Requerido

¿Cómo te llamas?
Dirección de email (no se hace pública)
Un encabezamiento para tu testimonio
¿Qué experiencia has tenido con nosotros?

testimonios de otros padres

La verdad nos hará libres

Gracias a que siempre he sido muy observadora y me ha gustado investigar decidí buscar información sobre las primeras denuncias de familias que alertaban sobre el efecto de la vacunación infantil en países anglosajones. Después vino la sentencia de Wakefield, y lo no menos acusación programada de todo el establishment clínico a nivel global, para muestra un botón:
https://autismo.org.es/wp-content/uploads/2016/04/posicionamiento_de_autismo_espana_triple_vacuna_virica_0.pdf (alegato Confederación de Autismo España/ 2015). Y para no menos trascendente la opinión pública y popular. familiares, amigos, profesionales médicos, neurólogos, pediatras, y un largo etcétera que nunca hablaron del posible factor endógeno de la vacunación temprano y sus efectos adversos de nivel encefálico y/o digestivo.

Sólo puedo advertir que ha sido un viaje largo que aún continua, repleto de retos y pruebas, pero también de aprendizajes vitales que me han hecho pensar que no se puede tirar la toalla nunca. Dese este foro agradezco a aquellas familiares que han creado esas redes de conocimiento donde hemos podido ir avanzando poco a poco, por que hay algo que nos une más allá de nuestros hijos es la lucha por la verdad.

Carmen

Esteban no nació con autismo se lo provocaron.

Soy la madre de Esteban, y aún me cuesta poner en palabras lo que vivimos cuando él era solo un bebé. A los 11 meses, en la Seguridad Social, le administraron una vacuna de la que no fui informada con claridad. No sabía que ya la había recibido. Yo pensaba que todo estaba bien, que estaba haciendo lo correcto.

Tiempo después, llevé a mi hijo a una clínica privada en Sevilla. Allí me recomendaron vacunarlo contra la gripe. Sin imaginar que ya lo habían hecho antes, acepté confiada, queriendo protegerlo… como hace cualquier madre.

Pero después de aquella vacunación, mi vida cambió. Esteban empezó a apagarse delante de mis ojos. En cuestión de horas acabó en la UCI. Mi bebé, mi niño de apenas 11 meses, no respondía a estímulos. Tenía los ganglios del cuello tan inflamados que parecían pelotas de tenis. Yo lo miraba allí, tan frágil, rodeado de máquinas, y sentía que el mundo se me derrumbaba.

No hay palabras que expliquen lo que es ver a tu hijo ingresar de esa manera, sin entender qué está pasando, sin saber si va a mejorar, sin poder hacer nada más que sostenerle la mano y rezar por que vuelva a mirarte como antes.

Y aunque salió de aquel ingreso, algo en él cambió. Mi Esteban, ese bebé lleno de vida, empezó a mostrar señales que no comprendía. Era como si su mirada hubiera perdido luz, como si algo dentro de él hubiera quedado herido. Desde entonces comenzó un camino duro, lleno de incertidumbre, miedo y preguntas sin respuesta.

Este testimonio lo escribo desde el dolor más profundo que puede sentir una madre. Desde la confusión, la culpa, la angustia de no saber qué pudo pasar realmente. Solo sé que un día tenía a mi hijo tal y como lo conocía… y al poco tiempo lo vi transformarse sin poder evitarlo.

Es la historia de una madre que aún lucha, que aún busca respuestas, y que no dejará de hacerlo nunca. Porque detrás de cada palabra, de cada lágrima, está mi hijo. Mi Esteban.
Mi hijo no nació con autismo se lo provocaron.

Maria José

Mario no tiene autismo, a Mario le provocaron autismo

Nuestra historia empieza a muy temprana edad, cuando Mario tuvo una primera reacción después de la vacuna de la hepatitis B con fiebres muy altas que los médicos no supieron tratar. Le pusieron un antibiótico, pero a los 20 días ya tuvimos que regresar al hospital porque algo no iba bien. Mario no respiraba bien.

Después de muchos meses de pruebas nos dijeron que Mario era sordo y tras una resonancia magnética fue candidato para un implante coclear. Nos dijeron que Mario necesitaba ser operado cuanto antes. La noticia de tener un niño con sordera profunda nos dejó como padres bastante hundidos, pero lo peor estaba por llegar. Con dos años, Mario fue operado para el implante coclear y, después de esa primera intervención, mi hijo perdió del todo la sonrisa y el contacto visual.

Hizo un cambio muy potente y con dos años y medio llegó el diagnóstico de autismo. Las medicinas a veces pueden ser muy necesarias, pero también fallan y cuando llega ese fallo te ves muy solo. Lo que hemos visto con el tiempo es que Mario no nació sordo ni tampoco con autismo. Su situación se fue agravando conforme la medicina iba haciendo lo que podía con él, pero no entendía realmente la causa profunda de su malestar y todo lo que le ocurría. Luego te das cuenta de que tanta medicación, antibióticos, ibuprofeno, sedación y un montón de historias que hay en una operación aumenta mucho la toxicidad del cuerpo.

Fernando Rodríguez

recursos

infografías, pdf...
información
terapeutas